6 ago 2010

Una torta compartida - 15 años de Planeta X

En el capítulo 5 de “La condición humana” (1958) Hanna Arendt define que “sólo el hombre puede comunicar su propio yo y no simplemente sed, hambre, afecto, hostilidad o temor. Mediante el discurso y la acción los seres humanos se diferencian. Con palabra y acto nos insertamos en el mundo humano y esta inserción es estimulada por la presencia de otros cuya compañía deseemos…Con cada nacimiento, algo singularmente nuevo entra en el mundo, porque nadie estuvo allí en su lugar antes que él”.

Planeta X transita ahora 15 años de vida musical desde su nacimiento en la ciudad y lo festeja con dos noches en el túnel 4 de Parque España. Lo que empezó siendo una pequeña revista de textos poéticos y políticos, se transformó, quizás sin saberlo, en un colectivo de personas que mantiene presentes estos dos factores determinantes a la hora de crear: editar discos (el catálogo lleva 81), organizar conciertos y fiestas, plantear charlas o muestras.

La historia cuenta que los integrantes del grupo fundante, algunos de ellos parte de la banda Sumergido, decidieron hacer un compilado para mostrar diversos grupos de la escena de aquel entonces al que también denominaron Planeta X. “Ahí empieza a aceitarse la cosa, y a partir del año 99 empiezan a juntarse todos los lunes en una asamblea, hasta que a través de las fiestas y las actividades autogestionadas se logró tener un espacio propio que hasta hoy se mantiene. En diferentes casas pero hace 10 años que Planeta X tiene un espacio propio”, narró al programa desde el teléfono Checho, integrante de Matilda y Cursi y Melancólico, mientras en el estudio también escuchaba el cantautor Andrés Mantelo, integrante del sello.

La casa de Planeta se convirtió en lugar ineludible para todo aquel que tuviese algo de curiosidad, y desde ese laboratorio, plataforma para muchos músicos de Rosario, se viene pergeñando gran parte de la movida rock local, con sus particularidades, diferencias estéticas y contradicciones.“Si hay algo por lo que deberíamos trascender, no sé si seria por tal canción o algún disco, sino por la capacidad de haber dejado de lado nuestros egos. Durante 15 años haber logrado poder seguir existiendo y estar juntos no es poca cosa”, comentó Checho.

En el imaginario de los que miramos a Planeta X, existe la idea de que en torno al sello hay un posicionamiento de vanguardia, modernidad y hasta inclusive freak. ¿Cómo se sitúan ustedes ante la novedad y la tradición musical del país?

Andrés - Esta noche lo vas a ver eso…lo vas a escuchar.

Checho - Sí, esta noche es un buen ejemplo para ver eso. En realidad a Planeta X se lo conoció primeramente como esa cuestión de lo más moderno, de la vanguardia, que de hecho lo tiene, pero yo creo que las cuestiones latinas o argentinas, como quieras llamarlo, están presentes. Esta noche se va a ver en varios grupos. Ya sea desde la letra, o desde la música o los géneros. En Planeta podes escuchar desde lo más moderno hasta lo más limado…pero no creo que todo tengo que venir de Europa,

Andrés – A mi lo que me pasó con respecto a eso, podía observar que, por hablar sobre un quiebre de modernidad, podías escuchar que el rock en Argentina hasta 82, 83 sonaba de alguna manera, pero es como que Soda Stereo fue el que hizo el quiebre. No tenía ninguna diferencia con la banda mas moderna de Inglaterra. Pero a fines de los 90, época en que nos empezamos a reunir en Planeta, empezó a surgir, no la duda, pero sí una distancia sana con esa cosa de sonar a la fuerza moderno o vanguardista, europeo o americano. Si bien está buenísimo y seguimos escuchando eso, cuando se te va el prejuicio de que supuestamente “Latinoamérica no era moderna”, encontrás cosas muy grosas que es imposible no asimilarlas en el vocabulario.

La charla completa abajo

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