24 ago 2010

Tocá tangó

En otra entrega de “El discípulo” en la radio, charlamos sobre el libro “Tango negro, la historia negada: orígenes, desarrollo y actualidad del tango" (Planeta) del pianista y compositor Juan Carlos Cáceres.

El músico es además pintor y profesor de historia del arte y está radicado en París desde fines del los años 60. Con este trabajo continua su militancia en pos de resaltar la importancia de la negritud en el origen del dos por cuatro que ya venia trabajando en sus discos o conferencias

En una entrevista a Cristian Vitale para Pagina 12 Cáceres ha dicho:

“La verdad es que no tenía la mínima intención de escribir un libro, pero la última vez que vine aquí –aún vive en Montmartre– Planeta me insistió para que plasmara en un libro lo que digo en las conferencias. Y, bueno, me animé, pero me costó horrores, porque no sé escribir”.

“Hay un trabajo esencial sobre esto, que incluso está escrito por alguien de la contra, que es Ramos Mejía. Me refiero a Rosas y su tiempo, un libro que leí al detalle, y que tiene un pasaje referido al candombe, encerrado dentro de un capítulo que se llama ‘Rosas y las mujeres’. Mejía describe a las mujeres del primer círculo, a las guarangas, que son como las nuevas ricas, el medio pelo de la época, y luego a la chusma, que incluye a las negras, el candombe y la descripción de esos ritos similares a la santería, al vudú, que luego van a estar presentes en el primer tango”, refrenda Caceres

En tanto ll filósofo y músico Gustavo Varela comentó del libro que "tratándose de una música popular, la diversidad y la mezcla de los orígenes levantan una bruma sobre la génesis del tango que hace que el historiador peregrine entre el mito y la verdad: si nació en los prostíbulos, si se bailaba sólo entre hombres, si es la expresión de las clases populares o participaron en su gestación los sectores acomodados, si era música prohibida, si era alegre o cadencioso y triste. La presencia de los negros en el relato sobre el origen aparece, en general, de un modo ornamental.

La idea de encontrar una esencia inalterable que defina y ordene el sentido de todo el tango deja a la influencia negra, a veces como una cita sin despliegue posterior y otras, olvidada y sin presencia. Las razones de este “olvido” exceden la historia del tango y responden más a la necesidad de conformar un relato sobre la identidad nacional en el momento de la gestación del Estado moderno argentino. Hacia 1880 el proyecto de Nación requería de una genealogía occidental, europea y blanca que no incluía la presencia ni de los indios ni de los negros. El tango no quedó al margen de este proceso de “higienización” nacional e incluso su historia es contada a partir de una doble depuración: moral, cuando se explica el pasaje de su origen prostibulario y lúbrico al tango que canta penas y traiciones de amor; y étnica, cuando la influencia negra se torna invisible debido a la necesidad de identificar al tango como una música auténticamente nacional"

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